domingo, 3 de marzo de 2013


DÍA DE ANDALUCÍA

HOMENAJE A” MI ABUELA”

Llevo toda la semana en casa fastidiada con una gripe y adormecida por la fiebre se me han venido a mi memoria numerosos recuerdos de mi infancia uno de ellos era el de mi abuela, sus cuentos, retahilas, canciones, historias, romances... me han acompañado siempre aunque ella se marchó hace bastante tiempo. Fue ella la que sembró en mi memoria el profundo rechazo al egoismo, la soberbia, la mentira, las injusticias,... Defendía hacer el bien para poder ser feliz.
Mi abuela fue una andaluza muy trabajadora, creativa y buena persona. Luchó mucho para sacar adelante a su familia con su trabajo de costurera y bordadora en una época muy difícil de guerra y miseria.
Hoy quiero recordarla con este cuento muy especial para mi porque me lo contaba ella en la hora de la siesta cuando me quedaba en su casa. Hoy se lo cuento a mis alumnos/as y les encanta. Se crea un clima de magia y complicidad entre maestra, cuento y alumno.
CUENTO DE LA LUNA ENFADADA
Érase una vez una niña a la que su madre mandó a la tienda a comprar una bobina de hilo negro. Por el camino, la luna que ya había aparecido en el cielo, aunque aún era de día, le preguntó:

_ ¿Dónde vas, niña?

_Mi madre me ha mandado comprar una bobina negra. (contestó )

_Ah, pues yo necesito ese color. Cuando vuelvas me das ¡ que no se te olvide, porque si no, iré esta noche a tu casa!

_ No, no se me olvidará, señora luna (dijo )

Pero la niña se entretuvo jugando con sus amigas, después de comprar el hilo, y no se acordó de darle un poco a la luna.

Cuando llegó a su casa, se lo contó a su madre y ésta le comentó que eran tonterias. La niña, le pidió volver a salir, pero la madre le dijo que era muy tarde y que ya había jugado bastante.

La niña no estaba tranquila, así que cuando se acostó, le pidió a su madre que se quedara un ratito con ella. La madre aceptó y, de pronto, cuando la niña estaba a punto de quedarse dormida, sonaron unos golpes fuertes en la puerta: ¡ POM, POM, POM...!

La niña, se asustó, se sentó de golpe en la cama y se agarró a su madre con fuerza, diciendo:

_ ¡Ay, mamaíta mía, mía, mía ! ¿ Quién será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_
*No me voy, que en la puerta de la calle estoy.


_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla, hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el zaguán estoy.


_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía ! ¿ Quién será ?
_Calla, hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que subiendo las escaleras estoy.


_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el tercer escalón estoy.


_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el descansillo de la escalera estoy.


_Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla, hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que el último escalón estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy que en la puerta de la habitación estoy.

_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en los pies de la cama estoy.


¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿Quién será ?
_Calla, hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que debajo de la cama estoy.


_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que junto a tu madre estoy.


_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿Quién será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que...agarrándote los pelos estoy.
-Calla, hijita mía, un mal sueño tiene que ser.
A la ventana te llevaré y a la luna miraré.
La luna en el cielo estaba y con una sonrisa exclamaba:
-“Todo te lo has soñado, yo nunca te haré daño
y siempre estaré aquí en el cielo al lado de las estrellas brillando.
-Duerme dulcemente en tu cama,
mañana te despertará un sol expléndido por la mañana”.
La niña se durmió y al día siguiente este cuento a sus amigos les contó.