DÍA DE ANDALUCÍA
HOMENAJE A” MI ABUELA”
Llevo toda la semana en
casa fastidiada con una gripe y adormecida por la fiebre se me han
venido a mi memoria numerosos recuerdos de mi infancia uno de ellos
era el de mi abuela, sus cuentos, retahilas, canciones, historias,
romances... me han acompañado siempre aunque ella se marchó hace
bastante tiempo. Fue ella la que sembró en mi memoria el profundo
rechazo al egoismo, la soberbia, la mentira, las injusticias,...
Defendía hacer el bien para poder ser feliz.
Mi abuela fue una andaluza
muy trabajadora, creativa y buena persona. Luchó mucho para sacar
adelante a su familia con su trabajo de costurera y bordadora en una
época muy difícil de guerra y miseria.
Hoy quiero recordarla con
este cuento muy especial para mi porque me lo contaba ella en la hora
de la siesta cuando me quedaba en su casa. Hoy se lo cuento a mis
alumnos/as y les encanta. Se crea un clima de magia y complicidad
entre maestra, cuento y alumno.
CUENTO
DE LA LUNA ENFADADA
Érase
una vez una niña a la que su madre mandó a la tienda a comprar una
bobina de hilo negro. Por el camino, la luna que ya había aparecido
en el cielo, aunque aún era de día, le preguntó:
_ ¿Dónde
vas, niña?
_Mi madre me ha mandado comprar una bobina negra.
(contestó )
_Ah, pues yo necesito ese color. Cuando vuelvas
me das ¡ que no se te olvide, porque si no, iré esta noche a tu
casa!
_ No, no se me olvidará, señora luna (dijo )
Pero
la niña se entretuvo jugando con sus amigas, después de comprar el
hilo, y no se acordó de darle un poco a la luna.
Cuando llegó
a su casa, se lo contó a su madre y ésta le comentó que eran
tonterias. La niña, le pidió volver a salir, pero la madre le dijo
que era muy tarde y que ya había jugado bastante.
La niña no
estaba tranquila, así que cuando se acostó, le pidió a su madre
que se quedara un ratito con ella. La madre aceptó y, de pronto,
cuando la niña estaba a punto de quedarse dormida, sonaron unos
golpes fuertes en la puerta: ¡ POM, POM, POM...!
La niña, se
asustó, se sentó de golpe en la cama y se agarró a su madre con
fuerza, diciendo:
_ ¡Ay, mamaíta mía, mía, mía ! ¿ Quién
será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_*No
me voy, que en la puerta de la calle estoy.
_¡Ay,
mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla, hijita mía,
mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el zaguán
estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía, mía ! ¿ Quién será
?
_Calla, hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que
subiendo las escaleras estoy.
_¡Ay, mamaíta mía, mía,
mía! ¿ Quién será?
_Calla, hijita mía, mía, mía, mía, ya
se irá.
_No me voy, que en el tercer escalón estoy.
_¡Ay,
mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla, hijita mía,
mía, mía, mía, ya se irá.
_No me voy, que en el descansillo de
la escalera estoy.
_Ay, mamaíta mía, mía, mía! ¿
Quién será ?
_Calla, hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No
me voy, que el último escalón estoy.
_¡Ay,
mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla,
hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No
me voy que en la puerta de la habitación estoy.
_¡Ay,
mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será?
_Calla,
hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No
me voy, que en los pies de la cama estoy.
¡Ay,
mamaíta mía, mía, mía! ¿Quién será ?
_Calla,
hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No
me voy, que debajo de la cama estoy.
_¡Ay,
mamaíta mía, mía, mía! ¿ Quién será ?
_Calla,
hijita mía, mía, mía, mía, ya se irá.
_No
me voy, que junto a tu madre estoy.
_¡Ay,
mamaíta mía, mía, mía! ¿Quién será?
_Calla,
hijita mía, mía, mía, ya se irá.
_No
me voy, que...agarrándote los pelos estoy.
-Calla,
hijita mía, un mal sueño tiene que ser.
A
la ventana te llevaré y a la luna miraré.
La
luna en el cielo estaba y con una sonrisa exclamaba:
-“Todo
te lo has soñado, yo nunca te haré daño
y
siempre estaré aquí en el cielo al lado de las estrellas
brillando.
-Duerme
dulcemente en tu cama,
mañana
te despertará un sol expléndido por la mañana”.
La
niña se durmió y al día siguiente este cuento a sus amigos les
contó.